El linfedema es un tipo de edema producido por una disfunción linfática y que se caracteriza por el acumulo de liquido rico en proteínas en el espacio intersticial dando lugar a un aumento de tamaño o hinchazón de la región corporal afectada. Según su etiología podemos clasificar el linfedema en primario o secundario.
El Linfedema Primario
Se debe alteraciones congénitas del sistema linfático que pueden manifestarse desde el nacimiento hasta edades más tardías en el adulto. Las más frecuentes: la hipoplasia, la aplasia o la incompetencia del sitema vascular.
El Linfedema Secundario
Se debe a una lesión, obstrucción o infiltración de los vasos o nódulos linfáticos por tumores, infecciones, cirugía, obesidad o por sobrecarga en el sistema venoso en extremidades inferiores.
También destacamos el linfedema provocado por una insuficiencia venosa crónica o un síndrome postrombótico, que es el resultado de una sobrecarga y saturación del sistema venoso de las extremidades inferiores que acaba comprometiendo a la circulación linfática. (Flebolinfedema).
Los síntomas del linfedema dependen de la duración, gravedad y causa subyacente de la enfermedad. Los signos principales son:
- Edema
- Cambios cutáneos (eritema, elevación de temperatura, hiperqueratosis)
- Tirantez en la piel
- Alteraciones sensitivas ( entumecimiento, parestesias)
- Fatiga y limitación de la marcha debido al tamaño y peso de la extremidad.
- Limitación de la movilidad articular cuando el volumen es importante.
- Incapacidad para realizar de forma independiente actividades diarias.
- Infecciones recurrentes (erisipela, celulitis, hongos, ulceras).